martes, 21 de junio de 2016

¿Tiene un significado eucarístico que Jesús haya nacido en Belén?

¿Tiene un significado eucarístico el que Jesús haya nacido en Belén?

Al plantear esta pregunta muchos podrán pensar inmediatamente en que el significado está conectado con el Rey David, pues Jesús, según el anuncio del ángel a la Santísima Virgen María, es el heredero del trono de David (Lucas 1, 32), quien era originario de la ciudad de Belén. Por esto mismo estaba profetizado en Miqueas 5, 1 que el mesías habría de nacer en dicha ciudad: "En cuanto a ti, Belén Efratá, la menor entre los clanes de Judá, de ti sacaré al que ha de ser el gobernador de Israel; sus orígenes son antiguos, desde tiempos remotos".

Como sabemos, esta profecía del profeta Miqueas se cumplió tal y como lo relata en el Evangelio de San Mateo 2, 1 "Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalen..." 


Incluso Herodes convoca a los sumos sacerdotes y a los escribas para preguntarles dónde debía nacer el mesías de Israel, y ellos le confirmaron que en Belén usando el texto de Miqueas, como se relata en los versículos posteriores al que ya hemos citado del evangelio de Mateo.

¿Pero aparte de la conexión con el rey David, podrá el nacimiento de nuestro Señor Jesús en Belén tener un significado aun más especial y profundo, un significado Eucarístico?
 

En la Biblia nada es casualidad, Jesús no nació en Belén simplemente porque sí, y tampoco lo hizo únicamente porque de allí fuese originario David, sino también porque el nombre de Belén está relacionado con aquello que Jesús es: El pan de vida.

Jesús, sobre todo en lo relatado en Juan 6, nos anuncia que Él mismo es nuestro pan de vida eterna, el pan del cielo. «"Jesús les respondió: En verdad, en verdad les digo: No fue Moisés quien les dio el pan del cielo; es mi Padre el que les da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da la vida al mundo"» (Jn 6, 32-33).
Jesucristo es ese pan de vida eterna ("Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan vivirá para siempre" Jn 6, 51), quien se da en alimento a nosotros por medio de la Eucaristía.

¿Pero y a todo esto, qué tiene que ver Belén con que Jesús sea el pan vivo bajado del cielo?

Pues es muy sencillo: Belén (בית לחם) significa en hebreo nada más y nada menos que "Casa del Pan", לחם(pan) בית(casa).

Hasta ese detalle estaba finamente ordenado por Dios, que en otro tiempo se apiado de los israelitas y les mandó el maná, una figura del verdadero pan, del pan perfecto que es su Hijo Jesucristo, y como estupendo e inmejorable signo, lo hizo nacer justo en Belén, "la Casa del Pan".

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