Al domingo siguiente de la resurrección, los cristianos celebramos otra gran fiesta, la de la Divina Misericordia. La semana pasada celebrábamos que Dios resucitó a Jesús de entre los muertos, hoy celebramos que es infinita su Misericordia y que quiere nos dejemos colmar por ella.
Nos ponemos de pie para iniciar estos Sagrados Misterios con el canto de entrada.
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