Hoy los cristianos celebramos que nuestro Señor, después de resucitar triunfante de entre los muertos y de instruir a sus apóstoles por 40 días, ascendió al cielo para sentarse a la derecha del Padre.
En la esperanza de verlo un día sentado en su trono y gozar de su presencia eternamente, nos ponemos de pie, y damos inicio a estos Sagrados Misterios con el canto de entrada.
En la esperanza de verlo un día sentado en su trono y gozar de su presencia eternamente, nos ponemos de pie, y damos inicio a estos Sagrados Misterios con el canto de entrada.
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