miércoles, 7 de junio de 2017

San Pedro como cabeza de los apóstoles en los Concilios de Éfeso y Calcedonia.

Por: Alejandro Hincapie.

San Pedro como la roca, príncipe y cabeza de los Apóstoles, en los concilios ecuménicos de Éfeso y Calcedonia.
 

Concilio de Éfeso, del año 431.
Concilio de Calcedonia, del año 451.
 

Hace unos meses cuando estaba apunto de llegar a mi decisión final sobre regresar a la fe Católica, alguien recién convertido a la fe Ortodoxa, me dijo que el Patriarcado de Roma tenía un anatema por parte de los Ortodoxos por haber añadido la cláusula Filioque al credo expuesto en el Concilio de Constantinopla I. (Hay que hacer notar que bajo la perceptiva Ortodoxa todas las comunidades Protestantes llevan ese anatema).

Para todos los que se quieren esconder bajo las faldas de la Iglesia Ortodoxa para echarle tierra a la Iglesia Católica, les hago la siguiente pregunta:

¿Si la Iglesia Ortodoxa se considera "la Iglesia de los siete concilios", por qué han quitado de su fe la creencia de que san Pedro es la roca y fundación de la Iglesia Católica, y la fundación de la fe ortodoxa? ¿Por qué el "Primus inter pares", se lo han quitado al príncipe y cabeza de los Apóstoles, y se lo otorgaron a san Andrés (Patriarcado de Constatinopla)?

Si realmente estuvieran tan apegados a la fe de los concilios ecuménicos deberían volver a la fe de esos concilios, aceptando a san Pedro como roca y fundación de la Iglesia Católica, y la fundación DE LA FE ORTODOXA.

Si la cuestión es persistir en estar separados del Obispo de Roma, entonces el "Primus inter pares" debería tenerlo el Obispo de Antioquia, este dentro de los Ortodoxos es el único que puede ser llamado "Primero entre iguales", después de Roma es el que cuenta con sucesión por san Pedro. 


“A nadie es dudoso, antes bien, por todos los siglos fue conocido que el santo y muy bienaventurado Pedro, príncipe y cabeza de los Apóstoles, columna de la fe y fundamento de la Iglesia Católica, recibió las llaves del reino de manos de nuestro Señor Jesucristo, salvador y redentor de género humano, y a él le ha sido dada potestad de atar y desatar los pecados; y él, en sus sucesores, vive y juzga hasta el presente y siempre” (Concilio de Éfeso, 431. Discurso de Felipe, Legado del Romano Pontífice, en la sesión III)
 
“Porque el santísimo y bienaventurado León, arzobispo de la gran y antigua Roma, a través de nosotros, y a través del presente Sacrosanto Sínodo, junto con el tres veces bienaventurado y todo glorioso Pedro, el Apóstol que es la roca y fundación de la Iglesia Católica, y la fundación de la fe ortodoxa...” (Concilio de Calcedonia, Actas del Concilio, Sesión 3)

En Resumen:

La Iglesia Ortodoxa dejó a un lado la fe de los concilios con respecto a san Pedro como la roca y el estatus de honor que Cristo le dio a san Pedro, se lo quitaron a sus sucesores y se lo dieron a los sucesores de san Andres.

¡Los ortodoxos no tienen ninguna autoridad para promulgar anatemas!

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