Hemos llegado al último domingo de adviento, y aquél “alégrate” con el que el ángel saludo a la Llena de Gracia, les es comunicado ahora a toda la Iglesia Universal, que hoy se alegra como entonces se alegró nuestra Santísima Madre, ante el anuncio de la llegada de nuestro Salvador al mundo.
Llenos de júbilo porque el Verbo de Dios se ha hecho hombre para salvarnos, damos inicio de pie a esta celebración con el canto de entrada.
Monición de entrada para la Santa Misa del cuarto domingo de adviento (24 de diciembre 2017)
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