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viernes, 12 de mayo de 2017

Se consuma el fiasco de Ricardo Claure, falló su profecía sobre Acuerdo de Paz y Seguridad

Ricardo Claure
Con sede en Bolivia, aunque con seguidores en algunos otros países como Argentina e incluso en algunas partes de Europa, hay una muy extraña secta de corte neoevangélico o neoprotestante, que más bien parece un extravagante culto a la personalidad de su líder, el boliviano Ricardo Claure Peñaloza, un "pastor" que dirige prácticamente de manera unipersonal (ya que todo gira entorno a él) al grupo "Cristo Viene La Red".
 

Este autonombrado pastor ha adquirido fama en su país y aún más allá de las fronteras bolivianas por presentarse como un "profeta de Dios" quien por medio del estudio de la Biblia recibió la revelación sobre los eventos más importantes del fin de los tiempos, que él describe en base a la "semana 70" del profeta Daniel.

Entre las ideas más extravagantes de este "pastor" está la de que el anticristo será el dueño y fundador de la empresa Microsoft, el multimillonario Bill Gates, quien según Claure gobernará al mundo entero desde el Templo de Jerusalén.

Tomado de un video de Claure
Pero ahora no sabemos cual será la explicación que Ricardo Claure dará a sus seguidores o si acaso dará alguna, ya que todo ha resultado en un nuevo "gran chasco" como al que nos tienen acostumbrados todos los "pastores" y "profetas" de esta clase de grupos, pues la primer gran profecía de Claure Peñaloza evidentemente no se cumplirá, y es que el líder de "Cristo Viene La Red" tiene muchos años anunciando que el 13 de mayo de 2017 a las 13:51:46 hora de Jerusalén habría de firmarse el "Pacto Final de Paz y Seguridad entre Israel, el nuevo Estado Palestino y el resto del Mundo Árabe", lo que desde hace mucho tiempo sabíamos que evidentemente no sucedería, porque ya de inicio ni siquiera existe formalmente un Estado Palestino con quien firmar un acuerdo de esa magnitud, y porque las relaciones actuales entre los palestinos y el Estado de Israel son particularmente tensas (apenas a finales de marzo pasado el gobierno israelí aprobó la construcción de nuevos asentamientos en territorio palestino). No había nada más lejano a la realidad que imaginar un acuerdo de paz en medio oriente justo en estos momentos. 


Ya parecía muy extraño de por sí que la profecía sobre la firma del Acuerdo de Paz y Seguridad que involucra al Estado de Israel tuviera que cumplirse justo un sábado, ¿se habrá olvidado Claure del detalle de que los funcionarios israelíes no trabajan los sábados?

Así que a unas horas de oficializarse la fallida profecía de Claure para el 13 de mayo de 2017, es evidente que ninguna de las otras profecías de este "pastor" se cumplirán.
 

La siguiente profecía de Ricardo Claure (que sin el menor rastro de duda afirmamos que tampoco se cumplirá) está programada para el martes 19 de diciembre de 2017, en que supuestamente terminaría de construirse el Tercer Templo en la Explanada Norte del Monte del Templo, reunándose así el sacrificio diario de animales por parte de los sacerdotes judíos, algo que no ocurre desde la destrucción del Templo en el año 70.

Y entre otras de las profecías más importantes de este autonombrado pastor y profeta está la del "arrebatamiento de la Iglesia" que sería el martes 14 de julio del 2020 y el mismísimo regreso de Jesucristo a la tierra en el Monte de los Olivos el sábado 6 de abril del 2024. Esto solo se trata de otro par de falsas profecías que ningun verdadero cristiano debería de tomar con seriedad, la primera de ellas porque el "arrebatamiento pre-tribulacional" ni siquiera es una enseñanza bíblica, sino un invento doctrinal del siglo 19 popularizado en las últimas décadas sobre todo por los grupos de corte pentecostal; y la segunda porque si bien es cierto que nuestro Señor Jesucristo volverá con gloria a la tierra, el día y la hora nadie lo sabe, y aunque los seguidores de Claure usaban el versículo de Amós 3, 7 para justificar el anuncio de fechas concretas, ahora pueden darse cuenta que su "profeta" estaba completamente equivocado y que de nada les sirvió haber hecho uso de ese versículo como pretexto.
 

Pero en el colmo de la desfachatez, a pesar del gran fiasco que supone el que no se haya cumplido su profecía para el 13 de mayo, Ricardo Claure y su organización han anunciando con bombo y platillo un "Magno Evento" para ese mismo sábado 13 en La Paz, Bolivia para "anunciar la segunda venida de Cristo". ¿Después de la fallida profecía sobre la firma del Acuerdo de Paz, Claure se animará ahora a dar una nueva fecha -o la misma que ya maneja- sobre la venida de Cristo?

Animamos a los seguidores de Ricardo Claure a no seguir más en el engaño y abandonar cuanto antes esa secta de falsas profecías y falsas enseñanzas completamente ajenas al cristianismo auténtico. No hay razón para buscar en lugares extraños la verdad cristiana, la Iglesia que nuestro Señor Jesucristo fundó hace dos mil años sigue en pie gracias a la promesa que Él mismo como su fundador le otorgó ("ni las puertas del infierno prevalecerán contra ella"), y esa es la Iglesia Católica. 

lunes, 22 de agosto de 2016

Pastor anuncia que asteroide impactará Puerto Rico el 24 de septiembre, ¿es esto cierto?

En esta época del año, particularmente cuando se acercan los meses de septiembre y octubre, aparecen en el movimiento neoevangélico fundamentalista una carretada de "profecías" sobre el "fin del mundo", "el rapto de la iglesia", "el arrebatamiento", la aparición del "anticristo" o simplemente sobre algun desastre natural de gran envergadura que supuestamente Dios mandará como "juicio" sobre tal o cual nación, como terremotos, asteroides, tsunamis, etc.

¿Pero por qué escogen estos falsos profetas septiembre y octubre principalmente? La respuesta tiene que ver con el extremo apego que muchos de estos "ministerios" y los "profetas" que los dirigen sienten por el Estado de Israel, al que identifican, erróneamente, con el Israel original de la Biblia, y al que suponen que todo cristiano debe amar y cuasi idolatrar (por eso llenan sus cultos con la bandera de Israel, la "estrella de David" y otros símbolos judaizantes). Las fiestas judías caen en diferentes fechas cada año, pero tres de las grandes fiestas (Rosh HaShaná, Iom Kipur y Sucot) coinciden siempre con los meses de septiembre y octubre, de ahí que muchos grupos fundamentalistas evangélicos hagan coincidir sus supuestas profecías con estas fiestas o en días muy cercanos a estas fiestas.

Este año no es la excepción y un "pastor" puertorriqueño Raúl H. Morales Borges, fundador del "Ministerio Voces de Vida" ha anunciado que recibió visiones y mensajes de Dios con la orden de anunciar que el próximo sábado 24 de septiembre del 2016 caerá un asteroide contra Puerto Rico. (El video puede verse en este enlace: https://www.youtube.com/watch?v=gMDMrchFkJw)

Pero allí no acaba todo, pues según el señor Raúl Morales, le ha sido anunciado que ese solo será el primero de cuatro grandes acontecimientos durante este 2016. Todo comenzará, según sus palabras, con el asteroide sobre Puerto Rico el 24 de septiembre, luego, el 4 de octubre, habrá un gran terremoto que azotará la isla puertorriqueña; más adelante, el 19 de noviembre, morirá el gobernador de Puerto Rico, y por último el 4 de diciembre estallará la guerra de Estados Unidos contra Rusia y China.

¿Son ciertas todas estas profecías?

No tenemos ninguna duda en afirmar con toda contundencia que no son ciertas, estas no son profecías reales, por lo que no deben tomarse en serio bajo ninguna circunstancia y nadie debe dejarse espantar por ellas. 

Tristemente, y dicho con todo respeto, el fanatismo que envuelve a muchos de estos "ministerios" produce estragos muy considerables en las mentes de sus miembros y pastores, que construyen una falsa realidad que solo habita en sus cabezas, en la que se miran a sí mismos como aquellos grandes profetas de la Biblia. Fantasean con ser los nuevos Jeremías, Daniel o Isaías e incluso imitan expresiones usadas por aquellos cuando presentan las "revelaciones" que Dios supuestamente les dio.

Quienes entendemos, por la Biblia y por la historia, que la Iglesia católica es la Iglesia que viene de Cristo y los Apóstoles, no tenemos nada que encontrar en esas profecías, salvo la prueba, una vez que fallan, de que esas no son iglesias de Dios, ni esos pastores sus profetas. Dios, siendo un Dios de orden, no daría profecías de esa envergadura por fuera de su Cuerpo Místico que es la Iglesia. La Iglesia, siendo el Cuerpo de Cristo, es la presencia sacramental de nuestro Salvador en la tierra; el Magisterio es la autoridad instituida por el Señor Jesús para que su Iglesia tuviese un orden, una estructura, y una autoridad visible, por lo que si Dios ha de comunicar eventos extraordinarios, es de suponer que lo hará saber al Magisterio de su Iglesia. Si bien Dios puede usar a quien sea para darle un mensaje a la humanidad, (como lo hizo con tres pequeños pastorsitos humildes por medio de la Santísima Virgen en Fátima o en muchos otros casos más), si estos anuncios vienen verdaderamente de Dios, de algún modo aquella o aquellas personas usadas por Dios harán saber este mensaje a la Iglesia que cuenta con la autoridad apostólica para aprobarlas y difundirlas si comprueba, luego de un estudio serio, que son reales.

Así que si bien los desastres naturales pueden ocurrir en cualquier momento (y esto no significa que sean necesariamente "juicios de Dios"), no hay absolutamente nada que nos lleve a pensar que el 24 de septiembre un asteroide impactará Puerto Rico entre Mayagüez y la Isla de Mona como ha dicho el pastor Raúl H. Morales Borges, a quien de antemano calificamos como un falso profeta. 

Mejores oremos mucho por estas personas, pues si bien hay mucho charlatán que engaña concientemente, también hay almas sinceras, pero que por la propia naturaleza de estos grupos neoevangélicos fundamentalistas, sus mentes terminan bastante afectadas por un fanatismo que los hace elucubrar fantasias sin sentido.

Alfredo Rodríguez

lunes, 25 de julio de 2016

29 de julio: ¿Fin del mundo? El próximo gran fiasco de las falsas profecías "neoevangélicas"

Imagen del video que habla del supuesto "fin del mundo".
A día 25 de julio, cuatro días antes del supuesto "fin del mundo", aquí no vamos a especular, sencillamente diremos de manera clara y directa que la falsa profecía sobre el fin del mundo el 29 de julio es una soberana ridiculez, así que nadie se altere, el próximo viernes NO se acabará el mundo.
 

Esta pseudo profecía que se ha viralizado por la red, y que ha sido presentada a través de un video en YouTube que ya tiene cuatro millones de reproducciones, fue lanzada por el grupo llamado End Times Prophecy (Profecía del Final de los Tiempos) que se presenta como un "ministerio" en línea que se dedica a "presentar las verdades de la Biblia concernientes al fin de los tiempos".
 

En su sitio de internet buscan darle tanta autoridad a sus "profecías" que dicen que "Jesucristo inspiró y es el propietario" de toda la información alli contenida, por lo cual ellos no pueden reclamar derechos de autor.
 

Basta recorrer su sitio un par de minutos para caer en cuenta de que se trata del típico grupo ultra fundamentalista neo-"evangélico", de los que de tiempo en tiempo predicen el fin del mundo y siempre, invariablemente, terminan haciendo el ridículo.
 

Haciendo un verdadero manoseo irresponsable de versículos bíblicos del libro de Daniel, así como recurriendo a las profecías de Jesús en el Evangelio de Mateo, o a las de Pablo en 1 de Tesalonicenses así como a los típicos temas de la bestia y el anticristo del Apocalípss, este "ministerio" va describiendo los sucesos del "arrebatamiento" de los cristianos y el advenimiento de Jesucristo, quien llegaría en los próximos días a Jerusalen, aunque en ningún momento, de ningún modo y en ningún lugar, explican de dónde sacan la fecha del 29 de julio.
 

Ni en el video, ni en la página web del "ministerio" se da una sola razón bíblica para dar esta fecha. ¿Por qué el 29 de julio y no el 30, el 31 o cualquier otro día? No dan ni una explicación al respecto, ni una sola palabra. Cuando menos otros personajes en el pasado han presentado sus "cálculos bíblicos" para dar un día, como ocurrió con una profecía el año anterior, en que un francés aseguraba que el "rapto" sería entre el 13 y el 14 de septiembre del 2015 (ver aquí la nota),
 

Pero además de esto, queda aun más evidente la flaqueza argumentativa y doctrinal de este grupo "evangélico" cuando en el video presentan la "marca de la bestia" como un símbolo islámico y al anticristo como un supuesto líder musulman, aunque al mismo tiempo, en una grave contradicción, en su web tienen otro video y un largo artículo donde explican que el "anticristo" sería el Papa (absurda y mil veces repetida teoría de todos los grupos fundamentalistas protestantes anticatólicos). Incluso al final del video anuncian un libro titulado "The Islamic Antichrist" de un tal John Preacher. Entonces, ¿en qué quedamos?
 

A diferencia de estos grupos fundamentalistas, condenados al ridículo una y otra vez, el Magisterio de la Iglesia católica siempre ha sostenido de manera responsable y apegada al texto bíblico y a las palabras de nuestro Señor Jesucristo, que el día y la hora nadie lo sabe, solo nuestro Padre en el cielo.
 

Lo que todo cristiano debe hacer, en lugar de perder el tiempo haciendo "cálculos" y construyendo un clima de terror y temor, es trabajar en estar siempre preparado, en todo momento, siendo que cuando vuelva el Señor, sin importar cuando sea, nos encuentre firmes en la fe y viviendo el Evangelio mediante el amor al prójimo.
 

Así que no te dejes engañar por estas sectas propagadoras de la mentira, el mundo no terminará el 29 de julio, y tampoco en el próximo mes de octubre, cuando una secta disidente de los Adventistas del Séptimo Día asegura que se será el Adventimiento del Señor. Pero de ese grupo nos encargaremos más adelante.

miércoles, 29 de junio de 2016

Una profecía sobre Jesús que los protestantes no conocen.

















Desgraciadamente hoy nuestros hermanos protestantes se pierden una buena parte de la riqueza bíblica contenida en los libros "deuterocanónicos", libros presentes en la Septuaginta, la Escritura de la Iglesia primitiva. Las Biblias "protestantes" carecen de estos libros debido a la muy desafortunada mutilación que sufrió el canon bíblico usado por los grupos que nacieron de la llamada "reforma protestante" del siglo XVI, cuando Lutero decidió colocar en un apartado de "apócrifos" un conjunto de libros que hoy sabemos con toda certeza que leían y aceptaban los apóstoles y sus seguidores, y gracias a los cuales, como ya veremos más adelante, muchos judíos estaban creyendo las profecías mesiánicas sobre Jesús y convirtiéndose al cristianismo naciente.

Los estudios serios sobre los inicios del cristianismo nos dan evidencia no solo de que la Septuaginta era la "Biblia" de los primeros cristianos, sino además nos dan indicios, conforme más se profundiza en el tema de la Iglesia cristiana naciente y su contexto histórico, para entender el por qué un grupo de judíos anticristianos asentados en Jamnia rechazaron ciertos libros contenidos en la Septuaginta.

La motivación no era, como se les ha hecho pensar a muchos evangélicos, que ese grupo judío pretendía salvaguardar la "verdadera" escritura sagrada que les había sido confiada a sus antecesores siglos antes, "limpiándola" y separándola de libros "no inspirados". En realidad, parece cada vez más factible que la verdadera motivación de aquel grupo judío era nada más y nada menos que combatir la creciente conversión de personas de este pueblo al cristianismo gracias al contenido profético de las escrituras que la Iglesia usaba y con las cuales demostraba que Jesús era aquél mesías verdadero anunciado por las Escrituras, al que su propio pueblo había dado muerte.

Que la principal motivación de los judíos de Jamnia era contrarrestar y oponerse al crecimiento del cristianismo es ya aceptado incluso por ciertos estudiosos protestantes, como el biblista y pastor Yattenciy Bonilla (ver: El pastor Yattenciy confirma que los católicos usamos el antiguo testamento de la Iglesia primitiva) o David Bercot, de quien presentaremos más adelante unas citas bastante reveladoras sobre este asunto.

¿Pero cual es esa profecía tan clara sobre Jesucristo en uno de los libros deuterocanónicos que tanto preocupaba a los judíos anticristianos que rechazaban radicalmente a Jesús como el mesías, y la cual no puede ser leída por nuestros hermanos protestantes en sus Biblias?

La profecía cristológica la encontramos en el Libro de la Sabiduría capítulo dos, versículos del doce al veinte:

«Pongamos trampas al justo que nos fastidia y se opone a nuestras acciones; nos echa en cara nuestros delitos y reprende nuestros pecados de juventud. Presume de conocer a Dios y se presenta como hijo del Señor. Es un reproche contra nuestras convicciones y su sola aparición nos resulta insoportable, pues lleva una vida distinta a los demás y va por caminos diferentes. Nos considera moneda falsa y nos evita como a apestados; celebra el destino de los justos y presume que Dios es su padre. Ya veremos si lleva razón, comprobando cual es su desenlace: pues si el justo es hijo de Dios, él lo rescatará y lo librará del poder de sus adversarios. Lo someteremos a humillaciones y torturas para conocer su temple y comprobar su entereza. Lo condenaremos a una muerte humillante, pues, según dice, Dios lo protegerá.» (Sab. 2, 12-20)

No por nada, David Bercot, un escritor protestante, reacciona así luego de citar los versículos anteriores en uno de sus libros:

«¡Ésta es una increíble profecía! ¡Con razón los escribas no querían que los judíos leyeran este libro! Y puesto que este libro formaba parte de la Septuaginta, ¿nos parece extraño que los líderes judíos rechazaran toda la Septuaginta también?

¿Quiénes fueron estos líderes judíos que efectivamente suprimieron el libro de Sabiduría y los otros libros de la Apócrifa del canon del Antiguo Testamento? Nadie, sino los hijos espirituales de los escribas y fariseos, a los cuales Jesús llamó “guías ciegos”, “necios”, “hipócritas”, “sepulcros blanqueados” e “hijos de los que mataron a los profetas” (Mateo 23, 13-31). Éstos fueron los mismos hombres que encarcelaron y mataron a los primeros cristianos.» ('Los primeros cristianos y sus escritos', cap. 13; David Bercot).


Más adelante, el mismo Bercot hace una reflexión contundente sobre el rechazo en el protestantismo a los libros deuterocanónicos de la Septuaginta:

«¿Te das cuenta de lo que hemos estado haciendo los protestantes? En la selección del canon y texto para nuestro Antiguo Testamento, hemos sido cómplices de los escribas y fariseos incrédulos, “la raza de víboras” contra nuestros fieles hermanos y hermanas de los dos primeros siglos. ¡Qué amarga ironía! ¡Tal vez somos nosotros los guías ciegos!» ('Los primeros cristianos y sus escritos', cap. 13; David Bercot).

Bercot en este punto no hace más que decir lo que siempre hemos dicho los católicos, a saber, que los judíos de la escuela de Jamnia no admitieron como canónicos esos libros porque revelaban profecías sobre Jesús, como ya lo había dicho San Agustín en el lejano siglo IV, cuando afirmaba que en algunos de esos libros, -particularmente en el de Sabiduría-, rechazados por los judíos del siglo I, se mostraba profetizada 
la pasión de Cristo de una manera bastante clara. 

En este asunto del canon del antiguo testamento, los protestantes, aun sin saberlo, y aunque sus intenciones sean las mejores y más sinceras, al rechazar esos libros obedecen al criterio tomado por un grupo que luchaba por debilitar al cristianismo, quienes rechazaron Escrituras usadas y aceptadas por los primeros cristianos precisamente para desacreditar sus enseñanzas. Ya ni hablemos del absurdo en sí mismo que significa asumir que la Iglesia, como Cuerpo de Cristo que es, deba de acoger y someterse a las resoluciones tomadas por un grupo que era completamente ajeno (y contrario) al Cuerpo de Cristo. No deja de ser irónico que los hermanos separados no admitan la autoridad del Magisterio, y por tanto rechacen las resoluciones y la autoridad de los Concilios de la Iglesia, pero en cuanto al antiguo testamento acepten lo resuelto por un supuesto Concilio abiertamente anticristiano, ajeno y enemigo de la Iglesia.

Invitamos pues a los hermanos protestantes y evangélicos a profundizar en el tema y a abrirse sin temor a la lectura de los llamados "deuterocanónicos", acto que implica volver a las raíces mismas del cristianismo, pues, como hemos visto, y pueden confirmar en muchas fuentes serias de investigación, nuestros hermanos, los primeros cristianos, tenían estos libros, los leían y usaban como fuente para confirmar el mesianismo de Jesús.

Alfredo Rodríguez

sábado, 3 de octubre de 2015

La falsa doctrina del "rapto de la iglesia" vuelve a fallar, no se cumplieron las "profecías" de septiembre.

Hoy día ya es difícil hablar de protestantismo en el sentido clásico del término, concepto que se asocia con las iglesias históricas que nacieron a partir de la ruptura protestante con la Iglesia católica en el siglo XVI.  Los grupos "evangélicos" de nuestros días ya no tienen prácticamente nada que ver con las doctrinas de Lutero (o del mismo Calvino); por supuesto, esto no excusa al "reformador" alemán de haber sentado las bases de la terrible dispersión en la que se encuentran millones de personas que se reclaman como cristianos y se encuentran agrupadas en miles de grupos con doctrinas confusas y muchas veces contradictorias entre sí, pero sería injusto culpar a Lutero de formular una teoría que, a todas luces, le hubiera parecido descabellada, como la del "rapto de la iglesia", como es la que hoy domina en el "mundo evangélico" neoprotestante moderno.

Esta doctrina del "rapto" o "arrebatamiento", en sus diversas versiones, es la que sostiene la aplastante mayoría de los grupos pentecostales y neopentecostales, que son, por mucho, los que más crecen y se expanden en el campo protestante, ganando a miles y miles de adherentes a sus distintos grupos año con año. 

El crecimiento de estos grupos ha provocado la proliferación de toda clase de especulaciones y "profecías" sobre un supuesto "rapto de la Iglesia", en la que aquellos que hubieran "nacido de nuevo" aceptando a Cristo como su Señor y Salvador, serían elevados al mismo tiempo por el aire (algunos sostienen que este "arrebatamiento" sería realizado secretamente y otros que sería a la vista de todas las personas, que presenciarían la espectacular escena de millones de seres humanos siendo "abducidos") y llevados hacia una nube en que Jesús los estaría esperando para llevarlos al cielo, mientras que todos los no salvos (y aquí, por supuesto, nos incluyen a los cristianos católicos), nos quedaríamos en la tierra en la "gran tribulación", a sufrir toda clase de calamidades (crisis, hambrunas, desastres naturales, etc.) durante siete años, hasta que al pasar ese tiempo Jesús regrese para reinar por mil años en la tierra. 

Toda esta doctrina trata de ser sustentada dándole una mala interpretación a diversos versículos de la biblia, sin embargo nada de esto del "rapto" es biblico. La Iglesia sostiene, y siempre ha sostenido, que nuestro Señor Jesucristo "vendrá de nuevo con gloria para juzgar a vivos y muertos", como reza el Credo, pero no vendrá antes del fin a "raptar" a nadie. Es por esto que todas las "profecías" del rapto que se han hecho al menos durante los últimos 250 años han fracasado y todas las posteriores que surjan están condenadas al fracaso. 

El mes de septiembre, que acaba de concluir, nos ha arrojado un nuevo fiasco que se suma a una larga lista de profecías del "arrebatamiento" que han fallado en el pasado. Me refiero puntualmente al protestante pentecostal francés Claude Ignerski, quien había publicado un extenso y bastante denso material en tres tomos sobre su teoría del "final de los tiempos", el último de los cuales llevaba por título: "Septiembre 2015: 7 pruebas irrefutables del rapto de la Iglesia", en el que hace toda una serie interminable de cálculos analizando los libros de Daniel, Ezequiel, Jeremías, Isaías, el evangelio de Mateo, las cartas de Pablo, etc., y en el que con toda seguridad y firmeza declaraba que tenías las pruebas "irrefutables" de que el  "rapto" acontecería entre el 13 y el 14 de septiembre, el mes que justamente acaba de terminar.

Conocí el libro y lo revisé durante los primeros días de septiembre, también revisé la cuenta de facebook de Claude, y sus seguidores, así como él mismo, estaban entusiasmados, estaban realmente convencidos de que estaban a unos días de encontrarse con Jesús en una nube. 

A esta "profecía" incumplida podríamos sumar la del pastor protestante Armando Alducin, quien en un video de meses anteriores habría asegurado que la iglesia "se iría" en septiembre. Aunque, en honor a la verdad, hay que señalar que al menos Alducin salió a finales de agosto a aclarar que él en efecto habría dicho que el "arrebatamiento" tendría lugar en el mes de septiembre, mas que no había afirmado que sería en este año.

Lo único cierto es que seguirán surgiendo profecías de este tipo en el futuro, por lo que considero muy importante alertar a la gente sobre los errores de esta doctrina del "rapto" porque no son pocas las personas sinceras que luego de estos fiascos terminan sumamente desilusionadas e incluso se apartan poco a poco de la fe en nuestro salvador Jesucristo al no cumplirse los acontecimientos que a ellos les habían hecho creer como "biblicos" e "irrefutables". Por ello insto a los lectores a no atender esta clase de "profecías" provenientes de interpretaciones privadas de la biblia y a no dejarse sugestionar por estos anuncios "proféticos" con fechas sobre un "fin" que solo nuestro Padre en el cielo sabe cuando ha de ocurrir.

Hay que tener la plena certidumbre de que nuestro señor Jesús volverá. ¿Cuando? No lo sabemos. Por ello, más allá de fechas o predicciones, hay que vivir diariamente con alegría nuestra fe cristiana, dando razones de nuestra fe y de nuestra esperanza, orando, cumpliendo los mandamientos, conduciéndonos conforme a la voluntad de nuestro Padre celestial, pidiendo al Espíritu Santo que trabaje en nosotros y nos guíe para perseverar hasta el fin; pero sin expectativas fuera de lugar y sin sugestiones de ningún tipo. 

¿Anhelas con tantas ansias encontrarte con Cristo? Bien, pues podemos hacerlo a tan solo unas calles de nuestras casas. Gracias al Eterno, tenemos la hermosa bendición de tener la oportunidad de reunirnos, recibir y hacernos uno con Cristo quien instituyó el Santísimo Sacramento de la Eucaristía precisamente para cumplir con su promesa de estar con nosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Ahí, en el Sacramento del Altar, podemos diariamente encontramos con su Cuerpo, su Sangre, su Alma y su Divinidad. 

Alfredo Rodríguez.